lunes, 4 de agosto de 2014

Tío Conejo y Tío Tigre en:“un largo verano”.


Cuento de Tradición oral

Ambientado en las selvas del Chocó


Este era  un  día de verano especialmente caluroso y diferente a otros veranos este ya llevaba más de  seis meses.
En aquel bosque húmedo tropical, una  vez lleno de vegetación y toda clase de vida  ,  había   solo un  tomadero de agua. Entre los matorrales, había quedado un pequeño  pozo lleno de verdín y hierbas de monte.

Hacía  algunos años se había establecido un aserradero muy cerca del  nacimiento (la micro cuenca) del río Cabí y  el agua se había venido extinguiendo poco a poco.

Tío tigre vivía muy  cerca del pozo y  no dejaba que otros animales tomaran  agua de ese pozo, por que a todos se los comía.

Tío  tigre vivía gordo pues ya se había comido un Cusumbí ,dos guaguas y hasta tres zorras chuchas.
Hasta que un día dijo Tío Conejo:

A Todos los animales que bajan aquí, se los come Tío Tigre.
! Pero van a ver que  !hoy lo voy a hacerlo  correr!
-Tenemos  que tomar agua de ese pozo como sea, o si no, nos  morimos de sed.

Tío conejo  se fue a una platanera y recogió  un montón de hojas secas y los otros animales lo fueron forrando en hojas secas.
Así es que  los animales lo fueron forrando de hojas secas, hasta que Tío conejo quedo tapado, tapadito ,  apenas si se le asomaba un ojo.
 Y entonces  les dijo a los otros animales:

-Cuando yo me vaya ustedes se van atrás de mí, pero se quedan un tiempo, y cuando ya Tío tigre corra, entonces ustedes se van a tomar agua.

Y salió corriendo el conejo:

Tío Conejo se acercó  sigilosamente   al árbol de  Pichindè   donde tío Tigre dormitaba  tras la última gran comilona del último oso hormiguero  que se  habían atrevido a tomar agua del pozo.



De pronto Tío Conejo   empezó a correr y a gritar:

¡Guarichi, guarachi el hojarasquìn  del monte!,
 ¡Guarichi, Guarichi el hojarasquìn  del monte!


Mientras tanto los animales escondidos entre los matorrales, esperaban a ver que cara ponía Tío Tigre.
Iba Tío Conejo con esas hojas secas (que hacían un ruido del diablo)  dando vueltas  y!  eso era un ventarrón que  iba y un ventarrón que venia,!  y el tigre mirando, y entonces Tío Tigre dijo:
¡Maunifica creo!
Yo nunca había oído una cosa isque
“Guarachi, guarachi, el hojarasquin del monte”,
Será que viene a llevarme,
 yo mejor me voy de aquí. 
Yo no me aguanto esto,

y salió corriendo el tigre.

Y corre, y corre, y  se paso como  tres días corriendo.
Entonces el conejo se quita esas hojas secas y dice:

-Muchachos, vengan a tomar agua que ya a Tío  tigre lo hice correr.

Tío conejo comenzó a tomar agua hasta saciar su sed.
Luego se metió, se baño, y salió riéndose de todos por el susto que le había pegado a Tío Tigre.

Y tomaron  agua todos los animales y se bañaron todo el  día, y cuando vino a buscar el tigre el pozo, ya todos  los animales habían tomado agua,  y habían dejado los excrementos ahí.

Y dijo Tio  Tigre:

-¡Vea este condenao  conejo Hombe ¡
eso fue el conejo que me hizo correr,
 este conejo es el diablo
y con Tío Conejo no hay quien pueda.
Fin



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