Cuento de Tradición oral
Ambientado en las selvas
del Chocó
Este era un día de verano especialmente caluroso y
diferente a otros veranos este ya llevaba más de seis meses.
En aquel bosque húmedo
tropical, una vez lleno
de vegetación y toda clase de vida
, había solo un
tomadero de agua. Entre los matorrales, había quedado un pequeño pozo lleno de verdín y hierbas de monte.
Hacía algunos años se había
establecido un aserradero muy cerca del
nacimiento (la micro cuenca) del río Cabí y el agua se había venido extinguiendo poco a
poco.
Tío tigre vivía muy cerca del
pozo y no dejaba que otros animales
tomaran agua de ese pozo, por que a
todos se los comía.
Tío tigre vivía
gordo pues ya se había comido un Cusumbí ,dos guaguas y hasta tres zorras
chuchas.
Hasta que un día dijo Tío Conejo:
A Todos los
animales que bajan aquí, se los come Tío Tigre.
! Pero van a
ver que !hoy lo voy a hacerlo correr!
-Tenemos que tomar agua de ese pozo como sea, o si no,
nos morimos de sed.
Tío conejo se fue a una platanera
y recogió un montón de hojas secas y los
otros animales lo fueron forrando en hojas secas.
Así es que los animales lo fueron
forrando de hojas secas, hasta que Tío conejo quedo tapado, tapadito , apenas si se le asomaba un ojo.
Y entonces les dijo a los otros animales:
Y entonces les dijo a los otros animales:
-Cuando yo me
vaya ustedes se van atrás de mí, pero se quedan un tiempo, y cuando ya Tío tigre
corra, entonces ustedes se van a tomar agua.
Y salió corriendo el conejo:
Tío Conejo se acercó
sigilosamente al árbol de Pichindè
donde tío Tigre dormitaba tras la
última gran comilona del último oso hormiguero
que se habían atrevido a tomar
agua del pozo.
De pronto Tío Conejo
empezó a correr y a gritar:
¡Guarichi, guarachi el hojarasquìn del monte!,
¡Guarichi, Guarichi el hojarasquìn del monte!
Mientras tanto los animales escondidos entre los matorrales, esperaban a
ver que cara ponía Tío Tigre.
Iba Tío Conejo con esas hojas secas (que hacían un ruido del
diablo) dando vueltas y! eso
era un ventarrón que iba y un ventarrón
que venia,! y el tigre mirando, y
entonces Tío Tigre dijo:
¡Maunifica
creo!
Yo nunca había oído una cosa isque
“Guarachi, guarachi, el hojarasquin del monte”,
Será que viene a llevarme,
yo mejor me voy de aquí.
Yo no me aguanto esto,
Yo nunca había oído una cosa isque
“Guarachi, guarachi, el hojarasquin del monte”,
Será que viene a llevarme,
yo mejor me voy de aquí.
Yo no me aguanto esto,
y salió corriendo el tigre.
Y corre, y corre, y se paso como tres días corriendo.
Entonces el conejo se quita esas hojas secas y dice:
-Muchachos, vengan a tomar agua que ya a Tío tigre lo hice correr.
Tío conejo comenzó a tomar agua hasta saciar su sed.
Luego se metió, se baño, y salió riéndose de todos por el susto que le
había pegado a Tío Tigre.
Y tomaron agua todos los animales
y se bañaron todo el día, y cuando vino
a buscar el tigre el pozo, ya todos los
animales habían tomado agua, y habían dejado los excrementos ahí.
Y dijo
Tio Tigre:
-¡Vea este condenao conejo Hombe ¡
eso fue el conejo que me hizo correr,
este conejo es el diablo
y con Tío Conejo no hay quien pueda.
Fin
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